FUENTE: PÚBLICO
...Cuando Mary Wollstonecraft llegó en diciembre de 1792 a la Francia revolucionaria, tenía 33 años y llevaba en la maleta Vindicación de los derechos de la mujer, un texto que declaraba que las mujeres eran "estúpidas", "superficiales" y "unos juguetes". Su tono denunciaba la situación de la mujer en el siglo XVIII. El problema era la educación, que "nos hace más artificiales y débiles de carácter de lo que de otra forma podrían haber sido". Según Wollstonecraft, el Estado debe permitir a las mujeres "practicar la medicina, llevar una granja, dirigir una tienda, vivir de su propio trabajo". Francia, que en 1793 mandó a la guillotina a Olympe de Gouges, autora de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, vivía momentos peligrosos y Wollstonecraft regresó a su país natal... "Se han deformado en mí ciertas románticas de amistad Soy un poco peculiar en mi entendimiento del amor y de la amistad", escribe Wollstonecraft con cierta ambigüedad a su amiga Jane Arden. Antes de conocer a cualquier hombre, la ensayista dedica más tiempo y fidelidad a sus amistades femininas: fue hasta Lisboa para cuidar de su amiga Fanny Blood. Era 1785 y Mary sabía que debía dedicarse a trabajar para convertirse en "la primera de un nuevo género", según sus propias palabras.
Wollstonecraft escribía ensayos, novelas, todo lo que le permitía cuestionar las normas de su época y reflexionar sobre el futuro. Hablaba inglés, francés y alemán; era traductora, se relacionaba con los principales pensadores de la época...