Nombrar la autoridad
....
En este espacio se están dando gestos políticos que cambian las relaciones: la práctica de reconocimiento entre las compañeras y compañeros del centro, el deseo de compartir miedos, incertezas y posibilidades, abrir las aulas, reconocer las dificultades, aprender unos de otros, y abrir una conversación verdadera entre educadores hombres y mujeres. La conversación no es fluida a veces, venimos de referentes y colocaciones simbólicas diferentes, pero nos mueve el amor al mundo.
Re-conocer a nuestros alumnos y alumnas, cuidar la relación, ofrecer gestos y palabras que orienten, construir saber compartido, entrar en la historia del otro y de la otra compartiendo su subjetividad, establecer sintonía entre emociones y pensamientos ..., éstas son prácticas de civilización basadas en la responsabilidad personal que tejen hilos de sentido y que muchas profesoras practican cada día en clase. Poner en palabras esas prácticas, darles prioridad sobre los códigos especializados externos, los tecnicismos didácticos, creo que es un gesto político que puede ser una ganancia para todos, mujeres y hombres.