Genero-identitatearen garapena prozesu luze eta konplexua da zein jaiotzen garenean hasten baita. Gaur egun lehenago ere bai, zeren gurasoek erditzearen aurretik bere haurtxoaren sexua jakin ahal dute, ondorioz aldez aurretiko joera ezberdinei bidea emanez...
Identitate bat izatera iristeko prozesua eguneroko bizitzako giro ezberdin, familia, eskola, telebista, kideen talde, eta abarren eragin ugari eta ezberdinekin lotuta dago.
Baina, egoera ezberdina izan ohi da mutil eta neskentzat gizarteak sexu bakoitzerako eratutako arau ezberdinek ezberdinek ez baitute gizarte malako kontsiderazio berdina jasotzen eta horien arteko hierarkia eratzen da. Desoreka hori ikasi egiten da eta neskek nahiz mutilek barneratu egiten dute.
Identitate bat izatera iristeko prozesua eguneroko bizitzako giro ezberdin, familia, eskola, telebista, kideen talde, eta abarren eragin ugari eta ezberdinekin lotuta dago.
Baina, egoera ezberdina izan ohi da mutil eta neskentzat gizarteak sexu bakoitzerako eratutako arau ezberdinek ezberdinek ez baitute gizarte malako kontsiderazio berdina jasotzen eta horien arteko hierarkia eratzen da. Desoreka hori ikasi egiten da eta neskek nahiz mutilek barneratu egiten dute.
Mutilen jostailuak gizonezkoen interesekin identifikatzen dira, automobilak, lehiakortasuna sustatzen duten jostailu elektronikoak, superheroi ahaltsu eta erasokorrak…..Neskak aldiz, zaindu ahal diren pertsona ala abereak irudikatzen dituzten panpinez, etxeko egoerekin lotutako jostailuekin (plantxa, sukaldetxoa, xurgagailua) inguratu ohi dira, baita edergintzarekin lotutakoekin ere. Haurtxoaren jarrerei buruz egin ohi diren interpretazioak, maiz, ezberdinak izaten dira, horrela haurra deseroso azaltzen bada, jolasteko gogoa bezala interpretatu izaten da eta neska denean berriz, urduritasuna bezala eta sehaska kulunkatzeari ekin izaten diogu...
El desarrollo de la identidad de género constituye un proceso largo y complejo que comienza desde el nacimiento.
Hoy en día incluso antes, ya que las madres y los padres pueden saber antes del parto el sexo de su bebé, creando ya unas predisposiciones diferenciadas. Desde este momento las expectativas sobre el comportamiento del pequeño o pequeña serán distintas.
Las personas adultas que rodean a la criatura le asignan las características “propias” de uno de los dos sexos. El proceso de la adopción de una identidad está sujeto a las, muchas y distintas, influencias que ejercen los distintos ambientes de la vida cotidiana, la familia, la escuela, televisión, grupo de iguales, etc.
Pero, la situación es distinta para niños y niñas puesto que las normas diferenciadas elaboradas por la sociedad para cada sexo no tienen la misma consideración social, existe una jerarquía entre ellas. Ese desequilibrio se aprende y es asumido por las niñas y los niños.
En este sentido, podemos decir que desde el comienzo el padre, la madre y los familiares próximos encargados del cuidado y la educación del bebé influyen en su vida en la dirección marcada por los estereotipos sexuales, de modo que el peinado, el color de la ropa, la decoración de su cuarto y los juguetes son distintos y adaptados a las creencias sociales sobre el género.
Los juguetes de los niños se identifican con los intereses masculinos, coches, juguetes electrónicos que promueven la competitividad, superhéroes fuertes y agresivos…..Las niñas por el contrario, se rodean de muñecos que representan personas o animales a los que poder cuidar, juguetes relacionados con la esfera doméstica ( plancha, cocinita, aspiradora) o la belleza. Las interpretaciones que se hacen de las conductas del bebé muchas veces son distintas, de forma que si se inquieta el niño, se interpreta como el deseo de jugar y cuando es la niña como nerviosismo y se tiende a acunarla...
Hoy en día incluso antes, ya que las madres y los padres pueden saber antes del parto el sexo de su bebé, creando ya unas predisposiciones diferenciadas. Desde este momento las expectativas sobre el comportamiento del pequeño o pequeña serán distintas.
Las personas adultas que rodean a la criatura le asignan las características “propias” de uno de los dos sexos. El proceso de la adopción de una identidad está sujeto a las, muchas y distintas, influencias que ejercen los distintos ambientes de la vida cotidiana, la familia, la escuela, televisión, grupo de iguales, etc.
Pero, la situación es distinta para niños y niñas puesto que las normas diferenciadas elaboradas por la sociedad para cada sexo no tienen la misma consideración social, existe una jerarquía entre ellas. Ese desequilibrio se aprende y es asumido por las niñas y los niños.
En este sentido, podemos decir que desde el comienzo el padre, la madre y los familiares próximos encargados del cuidado y la educación del bebé influyen en su vida en la dirección marcada por los estereotipos sexuales, de modo que el peinado, el color de la ropa, la decoración de su cuarto y los juguetes son distintos y adaptados a las creencias sociales sobre el género.
Los juguetes de los niños se identifican con los intereses masculinos, coches, juguetes electrónicos que promueven la competitividad, superhéroes fuertes y agresivos…..Las niñas por el contrario, se rodean de muñecos que representan personas o animales a los que poder cuidar, juguetes relacionados con la esfera doméstica ( plancha, cocinita, aspiradora) o la belleza. Las interpretaciones que se hacen de las conductas del bebé muchas veces son distintas, de forma que si se inquieta el niño, se interpreta como el deseo de jugar y cuando es la niña como nerviosismo y se tiende a acunarla...
