Las relaciones de pareja se fundamentan en el amor romántico, un modelo que ensalza el sufrimiento y propicia la violencia de género
Culpo a Disney de mis altas expectativas en cuanto a hombres es el nombre de uno de los grupos más populares de la red social Facebook. Tiene más de 433.755 seguidores (7/10/2011). Esa declaración aparentemente intrascendente esconde una cuestión de hondo calado: la influencia de los productos culturales en la consolidación del modelo de amor romántico y la irremediable frustración a la que conduce.
Cuentos populares y películas made in Hollywood transmiten un modelo de amor basado en la idea de que cuantos más obstáculos y problemas atraviesa una relación, más auténtica es la historia de amor
“El amor se nos vende como un estado permanente e ideal con el que alcanzar la felicidad. Expectativas desmesuradas y ansias de perfección nos mantienen buscando el ideal sin conseguirlo”. Coral Herrera Gómez es doctora en Humanidades y autora del libro La construcción sociocultural del amor romántico.
Se aprende a amar de acuerdo al ideal del amor romántico construido en el siglo XIX. Este invento se ha implantado y naturalizado en el mundo occidental gracias, entre otras cosas, a la literatura y al cine. Cuentos populares y películas made in Hollywood transmiten un modelo de amor basado en la idea de que cuantos más obstáculos y problemas atraviesa una relación, más auténtica es la historia de amor.
Pero el amor romántico no afecta del mismo modo a mujeres y a hombres. “El romanticismo es un producto de la cultura patriarcal”, explica Herrera Gómez. “El hombre joven tiene un rol de animal salvaje. Vive aventuras, huye del compromiso, disfruta de las mujeres. Una vez casado, se le asigna el rol de protector. La mujer ejerce un rol pasivo, esperando a que llegue el príncipe azul que le otorga identidad y colma su vacío existencial”. (Leer entrevista completa).
Sin embargo, no todo son beneficios para el hombre. “En ese papel activo está la trampa”, matiza Josetxu Riviere, encargado de cuestiones de Género, Igualdad y Masculinidades en la consultoría Aizak y autor del artículo Los hombres, el amor y la pareja. “La imagen de conquistador puede ser altamente frustrante para el hombre. Tiene que tomar la iniciativa, conquistar, enamorar, ser un campeón. Y eso crea frustración cuando no se responde al modelo ideal”.
En 2009, casi el 50% de las víctimas mortales por violencia de género tenían menos de 35 años, según un informe del Consejo General del Poder Judicial. El Área de Igualdad, Cooperación y Ciudadanía del Ayuntamiento de Bilbao, a través de su Guía para mujeres, advierte que “la ilusión desmedida en el amor facilita la pérdida de visión ante situaciones con aparentes muestras de amor pero con verdaderas situaciones de abuso y desigualdad”. El consistorio bilbaíno cuenta con una web dirigida a jóvenes (geubiok.net) para debatir sobre las relaciones de noviazgo y prevenir la violencia de género.