15 eta 20 urte bitarteko gazte gehienek maitasunari buruz dituzten ideiak eta baloreak, maitasun ereduak eta erakargarritasun eredu femeninoak nahiz maskulinoak gizonek menderapen egiturarenak berarenak dira, EHUren ikerketa baten arabera.
Euskal Herriko Unibertsitateak bilbotar gazteen harremanen eta genero indarkeriaren arteko lotura ikertu du eta genero estereotipo sexistak oraindik ere oso errotuta daudela eta genero indarkeriarekin lotutako egoerak detektatzeko eta horri aurre egiteko baliabiderik ez dutela ondorioztatu du.Analisia Soziologia Fakultateak egin du eta 15 eta 20 urte arteko gazteak izan ditu aztergai.Horrela, ikerketak dioenez, "Bilboko gazte unibertsitarioak sozializatu diren testuinguru kulturalean maitasunari buruz dauden ideiak eta baloreak, maitasun ereduak eta erakargarritasun eredu femeninoak nahiz maskulinoak gizonek menderapen egiturarenak berarenak dira eta ideia eta balore horiek dira bikotearen harremana afektiboak eta sexualak bideratzen dituztenak".Mila Amurrio EHUko irakasle ikerketaren egileetako batek adierazi duenez, bikote harremanak definitzerako orduan berdintasunezko harremanen ezaugarriak aipatzen dituzte gehienbat; baina, berriro ere, mendeko harremanek berezkoak dituzten elementuak agertzen dira kasu askotan: "emakume gazteek babesa eta segurtasuna nahi dute eta mutil gazteek emakume erakargarriak eta ederrak nahi dituzte, harreman sexualetan arrakasta izateko". Horrek guztiak, gainera, estereotipoen eragina indarrean dirauela eta, ondorioz, horrek arrisku egoerak eragiten dituela erakusten du, Amurriok esan duenez,Irakasleak genero bien arteko ezberdintasunak ere azpimarratu nahi izan ditu. Gizonezkoen kasuan, lagunartea maskulinitatea erakusteko esparru gisara ulertzen dute gizonezko askok. Lortutako sariak erakusteko lekua. Neskentzat,ordea, sentimenduak adierazteko eremua da.Gazteek ez dute ez dituzte estrategia egokiak, beren harremanetan genero indarkeria antzemateko eta ulertzeko, ezta horren aurrean erreakzionatzeko ere. Hori dela eta, genero indarkeria helduek dituzten bikote harremanekin lotzen dituzte; konpromisoa, elkarbizitza eta aitatasuna oinarri diren harremanekin hain zuzen.Halere, Amurrio bozeramaile izan duen ikerketa taldeak argi utzi nahi izan du "bikotea izatea ez dela tratu txarren egoerak bizitzeari lotutako zirkunstantzia; bai, ordea, harreman mota". Eta aipagarria da tratu txar kopurua altuagoa izan ohi dela harreman informalagoak dituztenen artean.
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La mayoría de los jóvenes de entre 15 y 20 años reproducen las ideas y valores sobre el amor y los modelos femeninos y masculinos propios de las estructuras de dominación masculina, según un estudio de la EHU-UPV.
La EHU-UPV ha dado a conocer en Bilbao las conclusiones de un estudio llevado a cabo sobre violencia de género en las relaciones de pareja de adolescentes bilbaínos en el que se determina que aún a día de hoy los estereotipos de géneros sexistas están muy arraigados.El análisis, llevado a cabo por la Facultad de Sociología entre estudiantes de 15 a 20 años, refleja además que los jóvenes carecen de los recursos necesarios para detectar y enfrentarse ante una situación de violencia de género.Así, tal y como se ha señalado, los jóvenes reproducen las ideas y valores sobre el amor y los modelos femeninos y masculinos propios de las estructuras de dominación masculina, lo que orienta las relaciones afectivas."Las relaciones de pareja reflejan un rol tradicional masculino muy cerrado que pretende un primer contacto sexual exitoso, mientras que las mujeres están más a la espera participando en el juego seductivo", ha señalado una de las autoras del estudio, Mila Amurrio, quien ha querido remarcar que "los estereotipos funcionan y ello genera situaciones de riesgo".Según ha remarcado Amurrio, otra de las cuestiones que diferencia las relaciones entre ambos géneros es el hecho de que "en el caso del hombre éste debe demostrar su masculinidad en la cuadrilla. Debe mostrar sus trofeos y si no se hace viene la sanción. Por contra en el caso de las chicas el grupo de iguales no funciona igual".Consecuencia de todo ello, los jóvenes no poseen las estrategias adecuadas para la detección de la violencia de género en sus relaciones y, por ello, la vinculan con las relaciones de pareja que tienen lugar en la vida adulta, dentro de relaciones caracterizadas por el compromiso y la paternidad.No obstante, se ha querido destacar que tener pareja no es un hecho vinculado a la violencia de género y sí lo es por contra el modelo de relación. Por ello, se ve un alto grado de maltrato en quienes mantienen relaciones más informales.
¿Qué conclusiones destaca del estudio?
Es curioso que en una población universitaria las causas de la violencia no sean para ellos la diferencia entre hombres y mujeres; vuelven a comportamientos patológicos, cuestiones personales y particulares... No lo consideran un problema social. Sorprende que no sean capaces de identificar la violencia psicológica en sus propias relaciones. No tienen problema para identificar la violencia física y sexual, pero con aquellos comportamientos psicológicos tienen muchas más dudas. Y son los que más se pueden dar en sus relaciones, lo que les hace vulnerables porque no desarrollan estrategias de reacción. Si se puede tolerar porque los relacionan normal en las relaciones, puede derivar en violencia física.
¿No se ha avanzado?
Sí que ha habido un trabajo de prevención desde la escuela, que es la única que de alguna manera ha intentado innovar esos valores. Pero los mensajes que reciben desde las propias cuadrillas y los medios de comunicación son otros. Hoy en día la violencia de género se relaciona directamente con la explícita; el resto se entienden como normales dentro de la relación porque no son capaces de identificar una relación entre iguales. Y nos ha sorprendido esa falta de capacidad se da igual entre chicos y chicas.
¿Por qué? Tiene su origen en los estereotipos, lo que supone que les corresponde a las mujeres en una relación de pareja, esa pasividad y estar; a los varones, tomar la iniciativa, incluso con agresividad, porque es parte de su naturaleza. Siguen pensando que es así.
¿Se mantienen? Así como en otros ámbitos se ha llegado a cierta igualdad, el orden simbólico de roles casi no se ha tocado. El aprendizaje de los valores, de las relaciones se mantiene. Ha empezado la escuela, pero la familia se inhibe, y la televisión refuerza los estereotipos de toda la vida. No hemos incidido en otros modelos de ser hombre y de ser mujer. Aunque a las chicas sí se les han dado más modelos, los chicos siguen teniendo el modelo de siempre, rígido y cruel porque sanciona al que no se comporta según el estereotipo.
¿Qué hacer? Hay que intervenir de forma seria y generalizada, y la única forma de hacerlo es en el ámbito educativo. No hay voluntad política para intervenir en los medios de comunicación desde las administraciones.
El informe constata que en los "ligues" hay más abusos por parte de los chicos. Es decir, obligan a la chica a vestir de un modo determinado o le prohíben verse con ciertas personas. También en estas parejas efímeras ocurren más escenas de violencia en el sexo u obligaciones a mantener relaciones no consentidas.
"Los chicos y chicas reproducen los modelos del hombre dominante", indica Mila Amurrio, directora del grupo de investigación. Así, ellos siguen viendo a ellas como objeto sexual. "Van a la caza, y cuando consiguen la relación sexual, muestran a la chica como un trofeo", ilustra Amurrio. "Creen que para que una relación tenga éxito la mujer tiene que ser atractiva. ¡Y no hace falta que sea guapa, sólo que tenga buen cuerpo!", se escandaliza.
En cambio, las encuestadas dicen que en su pareja buscan a un chico que las proteja y les dé seguridad. Y ven a sus amigas como un ámbito para hablar de sentimientos, no para lucir trofeos.
Curioso: chicos y chicas ven la agresividad en los hombres como algo atractivo.
Los jóvenes identifican y rechazan claramente la violencia física y sexual. Pero no identifican la psicológica. Es decir, creen que presionar para tener sexo o prohibir a la chica ponerse minifalda no es violencia de género. "Ellas creen que pueden ser amadas y maltratadas a la vez", lamenta Mila Amurrio.
El Ayuntamiento de Bilbao ha encargado el informe de la UPV, con motivo de las jornadas Violencia de Género y Gente Joven celebradas este martes en Bilbao con familias de escolares vizcaínos. En dicho encuentro se han dado cita expertos en la materia con padres y madres de escolares vizcaínos.
Alcohol en la primera cita
La mitad de los adolescentes y jóvenes encuestados tenían pareja cuando se realizó el estudio. Estos chavales tienen una visión "romántica" del amor. Dicen que la razón por la que están o estarían con una pareja son los sentimientos y el compromiso con el otro. Claro que la llegada a esa amor tiene caminos más licenciosos.
Las aproximaciones juveniles y los primeros encuentros sexuales suelen estar lubricados con la presencia del alcohol y la fiesta, según evidencian los testimonios de los encuestados. Los autores del informe echan en falta una mejor formación en los colegios.
Lamentan que aunque los alumnos son expertos en métodos anticonceptivos, tienen grandes carencias en torno a las relaciones sentimentales. Necesitan aprender a cómo se construye una pareja igualitaria.
Según explica una de las autoras del estudio, Mila Amurrio, a la pregunta de cómo debe ser un buen hombre y cómo una buena mujer, los adolescentes de la Villa insisten en echar la vista atrás: él debe demostrar su masculinidad en la cuadrilla, exponer sus trofeos… "Y si no se hace, viene la sanción", cuenta Amurrio.
La pareja ideal
¿Y cómo debería ser su pareja ideal? La voluntad de todos es una relación entre iguales. Sin embargo, aparecen también elementos propios de una relación dependiente: las chicas quieren ser protegidas y que les den seguridad, mientras que ellos quieren que las mujeres sean atractivas y guapas.La vinculación de estos estereotipos de género con la posible violencia contra la mujer es notable, a juicio de los responsables del estudio. Por eso advierten de que estos tópicos no pueden continuar por este camino. Y es que de la visión que tengan los adolescentes acerca del sexo opuesto dependerá en buena parte el tipo de relación amorosa que construyan.Por eso, el informe concluye que los jóvenes bilbainos no poseen las estrategias adecuadas para detectar la violencia de género en sus relaciones.
Los encuestados perciben este tipo de violencia como un asunto relacionado con las relaciones de pareja de la vida adulta y carecen de las "estrategias adecuadas" para comprender este fenómeno y reaccionar ante él.
La igualdad que se pretende alcanzar en algunas materias no ha desdibujado tampoco los tópicos en que se mueven los adolescentes de ambos sexos a la hora de ver la televisión, por ejemplo. Así, mientras ellos consumen preferentemente programas de televisión deportivos y películas de acción (en el 80% de los casos), ellas se decantan por los 'reality shows' (el 60%), la prensa o televisión "rosa" (el 40%) y las revistas o webs de moda (el 45%).
Conscientes, pero sólo en la teoría
Respecto al tema concreto de la violencia de género, todos los jóvenes entrevistados se mostraron en desacuerdo con que ésta no represente un problema grave o que ocurra sólo entre las clases sociales más bajas. También negaron que la violencia psíquica sea menos importante que la física. Pero son afirmaciones con matices, porque muchos creen que es un asunto privado y más frecuente en las parejas adultas.
En cuanto a los valores, sí prima la igualdad, aunque en la práctica perduren los estereotipos. Así, los jóvenes muestran un "ruptura con visiones tradicionales" sobre la sumisión de las mujeres en la pareja (el 80%).
¿Y por qué creen que se da la violencia de género? Sólo uno de cada tres encuestados comparte la idea de que se debe a la diferencia de poder entre ambos sexos. Cerca de la mitad la relaciona directamente con la creencia de que las mujeres son inferiores. Datos que corroboran que todavía queda mucho camino por recorrer, también entre los jóvenes.